Arzua - Santiago de Compostela - Viernes 3/05/2013
Llegaba nuestro Gran Día. Saliendo desde el Pazo cercano a
Arzúa recorreríamos los últimos kilómetros pendientes antes de llegar a Santiago de Compostela.
Nuestros cuerpos, algo quejumbrosos por los esfuerzos realizados en las anteriores jornadas. La moral, sin embargo, estaba “a tope”.
Amaneció un maravilloso día radiante de sol que acompañado
de un recorrido previsto de menos de 50 kilómetros prometía ser muy llevadero.
Desayuno buffet a tope para ponernos en marcha y una foto
antes de salir, todos guapetones y limpitos para llegar a ver al Santo.
Los Peregrinos Boys, somos así…
Sin embargo, cuando
ya estábamos a punto de coger nuestras bicicletas descubrimos unas prendas en
el acceso a la casa que nos dieron que pensar.
Y como no podía de otra manera, la liamos antes de salir.
Los Peregrinos Boys, somos así…
Andrés, el hermano Paganini, salió retratado de esta guisa.
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A Javier, el hermano Tardío Inextremis, no le sentaba nada
mal la indumentaria peregrina.
Podría incorporarse sin problemas a una nueva
edición de “Los Piratas del Caribe”.
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A Nacho, también conocido como el hermano Zapacio, le
quedaba el atuendo peregrino que
“ni pintado”...¿Volvería a pinchar hoy? |
Luis, el hermano Garminini Berengario, pudiera haber hecho
de doble del Santo
en cualquier película de Almódovar. |
Y Paco, también conocido en tierras gallegas como Francisco
I Ferrarini, tuvo que sujetar
la bicicleta para evitar que con la capa saliera volando en plan Harry Potter. |
Todavía no habíamos salido del hotel y ya íbamos con
retraso.
Pazo - 7,00 - Arzúa (Quedan 47.00)
Dado que el recorrido era corto, nuestra intención era hacer
la mayor parte de la jornada acompañando a los peregrinos a pie.
El pazo donde habíamos pernoctado se encontraba a unos siete
kilómetros del centro de Arzúa.
Nada más salir del Pazo a la derecha, cruzamos la carretera N-547 por una zona de muy poca visibilidad,
para incorporarnos al Camino.
Después de cruzar un puente para salvar un cauce de
agua cogimos una durísima subida que nos
pilló totalmente fríos. Romper a sudar fue sumamente sencillo con
pendientes de tierra de aquella magnitud.
Volvimos a cruzar la carretera por un paso elevado y
nuevamente nos encontramos en el Camino
por el margen derecho de la carretera.
En Arzúa pusimos nuestro primer sello acreditativo de la
jornada.
Arzúa - 19,00 - O Pedrouzo (Quedan 41,0)
El terreno en esta zona es muy “rompepiernas” con continuas subidas y bajadas por el campo y con
un firme de pocas garantías para las bicicletas cargadas con las alforjas.
Lo
cierto es que nos sentíamos relativamente cómodos, ya que la zona se ajustaba a
las condiciones donde habitualmente los
Peregrinos Boys desarrollan su actividad ciclista.
En algunas de estas subidas complicadas, con los peregrinos
a pie apartándose para dejarnos pasar, adelantamos a un grupo de peregrinos
italianos y a otros portugueses que fueron incapaces de llegar a la parte alta
de la subida sin bajarse de sus monturas. Nosotros, no sin esfuerzo y arengados por parte de los peregrinos a
pie, conseguíamos llegar arriba sin poner el pie en el suelo.
En el mojón de 30 kilómetros para llegar a Santiago de Compostela Nacho vuelve a pinchar la rueda trasera.
Luis, Javier y Paco que
iban delante, al no ver a Andrés y Nacho pararon después de una bajada a
esperar.
En ese momento se encontraron con nuestro amigo del día anterior
“Muesly”.
Nos estaba preguntando “Muesly” por Andrés (“El hombre Aqua” según Muesly dado que había
presencia en directo el chapuzón la tarde del día anterior), cuando llegaron en
bicicleta los peregrinos portugueses. Nos indicaron que uno de los nuestros
(Nacho, como no) había pinchado antes del comienzo de la última bajada a unos
ochocientos metros de donde nos encontrábamos el resto.
Media vuelta y a buscar a Nacho para ayudarle a solucionar
la avería. Estaba prácticamente abrazado al mojón de los 30 kilómetros.
Solventamos el problema y seguimos hacia nuestro destino
final de la jornada.
Nuevamente el Camino, que se estrechaba en paralelo a la
carretera N-547, se encontraba abarrotado
de peregrinos a pie. Decidimos seguir unos kilómetros por la carretera para evitar problemas.
¡¡Vaamos Naaaaaacho!!
Al adelantar nuevamente a Muesly, paramos para que Andrés
(el hombre Aqua) saludara a su amigo, y
proseguimos hasta llegar a O Pedrouzo.
O Pedrouzo - 4,4 - Monte do Gozo (Quedan 15,00)
Dejamos atrás Amenal y el radar fijo que se encuentra después de atravesar el pequeño pueblo una vez
iniciada la subida hacia Lavacolla.
A estas alturas de nuestro Camino, si de algo estábamos
seguros era de que tal y como iban ya nuestras piernas no nos iban a hacer una
foto por ir demasiado rápido.
La subida hacia Lavacolla se hizo larga pero la cercanía de
Santiago de Compostela nos hacía superar estas últimas dificultades con buena
actitud. Al llegar a la rotonda que culmina la subida, cruzamos a la izquierda
de la carretera, para pasar por la zona delantera del aeropuerto. Dejamos la
pista del aeropuerto a nuestra izquierda y giramos hacia la derecha siguiendo
el Camino.
A pocos metros llegamos a San Paio, donde encontramos la
terraza de un bar en pleno Camino. Era la hora de comer y no lo pensamos.
Visitamos el interior del establecimiento para ver que sus características nos cuadraban y directamente a la terraza a comer!!. |
Las cuatro o cinco mesas de la terraza estaban ocupadas por
peregrinos. Un par de peregrinas a pie que habíamos adelantado poco antes y que
venían un poco doloridas, nos solicitaron alguna crema anti-inflamatoria para las
piernas. Andrés, muy gustosamente, le ofreció Voltarén a una de ellas.
En la Ermita de San Marcos, en el Monte do Gozo,
incorporamos a nuestras credenciales un sello muy, muy valioso. Estábamos a
punto de conseguir nuestro objetivo.
Comimos y seguimos ruta. Una fuente de agua a la izquierda y
subida tremenda sin avisar. Al coronar la subida nos tiramos hacia abajo. Después
de recorrer un kilómetro aproximadamente desde que habíamos coronado, los que
íbamos delante paramos a esperar a los que bajaban un poco más retrasados.
Mientras estábamos parados esperando, Luis y Paco conocieron a Carolina, una
peregrina alemana simpatiquísima. Estuvimos un rato hablando con ella y al ver
que el resto de los Peregrinos Boys no venían, nos dimos la vuelta al encuentro
de ellos. Subimos el tramo que habíamos descendido y en la zona más alta,
estaba Nacho. Desde el punto donde habíamos comido no había recorrido ni un
kilómetro y de nuevo había pinchado.
Prácticamente abrazado a otro mojón del Camino estaba con la
rueda ya desmontada, Lo que hace la práctica….
Al menos esta vez no tuvimos que quitar las alforjas. Solucionado
el problema, seguimos adelante hacia el Monte do Gozo.
¡¡Vaamos Naaaaaacho!!
Nuevamente el Camino discurre por un continuo sube y baja
con rampas en algunos casos bastante duras. Finalmente llegamos al Monte do Gozo.
Nuevo Punto de referencia del Camino, y una gran alegría y emoción.
Teníamos la ciudad de Santiago de Compostela abajo en el
horizonte con una vista impresionante. Estábamos a punto de conseguir nuestro
objetivo. Nuevamente euforia entre los Peregrinos Boys compartida con algunos
de los peregrinos con los que coincidimos en aquel maravilloso momento.
Con Carolina, la peregrina con la que habíamos coincidido
unos kilómetros antes.
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Con Johana, Gema y Alfonso otros peregrinos que también llegaban desde Madrid |
Monte do Gozo - Santiago
de Compostela (Quedan 4,4)
Dada la hora, había que ir rápido a la Oficina del Peregrino
en Santiago para convalidar nuestros
sellos por la acreditación definitiva.
Después del buen rato
que pasamos en el Monte do Gozo nos costaba marcharnos. Pero nuestro objetivo
estaba un poco más abajo. Nos separaban poco más de 4 kilómetros para que los
Peregrinos Boys hiciéramos la entrada triunfal en la Plaza del Obradoiro.
Descendimos hacia Santiago por la Rua do Gozo, dejando al
lado izquierdo algunas instalaciones y servicios destinados a peregrinos y turistas, para salir a la cuesta de San
Marcos y girando a la izquierda atravesar la autovía del Atlantico en altura
para acceder a la ciudad de Santiago de Compostela.
Era viernes de 3 de
mayo, alrededor de las 18.00 h. La ciudad estaba muy concurrida y el tráfico
era intenso. Con precaución cruzamos la ciudad y llegamos al centro histórico
de Santiago.
Dimos alguna pequeña vuelta para acceder a la Plaza del Obradoiro, y casi sin darnos
cuenta nos encontramos entrando en ella.
Que gran emoción,
¡¡¡ lo habíamos conseguido !!!
Los cinco habíamos visitado
Santiago de Compostela
anteriormente en varias ocasiones y conocíamos la plaza del Obradoiro,
la Catedral y ese ambiente especial que se respira en sus alrededores.
Sin embargo, llegar allí en condición de peregrino y
contemplar la majestuosa e inmensa
figura de la fachada de la Catedral, te genera una sensación y una emoción indescriptible.
Cada peregrino vive a su manera este
momento, pero por la cabeza de todos y
cada uno de ellos (de nosotros) pasan
rápidamente los recuerdos de los duros y difíciles momentos que has debido superar para llegar hasta
Santiago, los recuerdos de tu familia, tus amigos, tu vida …
No nos lo han confirmado, pero los gritos de los Peregrinos
Boys cuando dejamos nuestras bicicletas en el centro de la plaza debieron oírse
cerca de Madrid. Abrazos y emociones entre un grupo de amigos que por muchos años que pasen
no olvidaremos nunca esta aventura.
A continuación, unos minutos donde a nivel individual te
pones un poco trascendente, recapacitas sobre el motivo que te ha llevado a
hacer El Camino y te falta la proximidad de tu familia para poder compartir con
ellos ese inolvidable momento.
Habíamos cumplido los plazos previstos desde nuestra salida
de Segovia el sábado anterior. Habíamos ido quemando etapas en los términos que
nos habíamos marcado. Habíamos tenido cinco jornadas en las que la climatología no había tenido
ninguna piedad con nosotros, con un esfuerzo físico para superarlas que estaba
muy por encima de nuestras previsiones iniciales. Y sin embargo allí estábamos.
A pesar de los comentarios de nuestra peregrina y amiga china con la que
desayunamos en Portomarín, allí estábamos.
Y por supuesto unas fotos para inmortalizar este momento.
Incluso Andrés estuvo colaborador con
las fotos en esta ocasión:
Incorporamos el sello
de la Oficina a nuestras credenciales.
Primero como uno más junto con el resto de sellos en el interior.
Y posteriormente en la parte delantera de la acreditación en
la zona inferior.
Este último, junto con el sello inicial que llevábamos desde
Madrid:
Nos permitía obtener nuestras “Compostelas”:
¡¡¡¡¡ Nuevo objetivo conseguido !!!!
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Buscamos el céntrico hotel donde pasaríamos la noche.
“Desalforjamos” y dejamos nuestras
bicicletas en un almacén de la primera planta.
Una merecida ducha, y rápidamente hacia la Catedral, para que nos diera tiempo a ver el vuelo del
Botafumeiro, un nuevo momento muy emotivo en el interior de la Catedral.
Buscamos un lugar donde cenar por las calles cercanas a la
Universidad de Santiago y a la Plaza y Palacio de Fonseca que en este caso, con los Peregrinos
Boys merodeando, “no se había quedado
sólo” Algo más arriba de Fonseca, en O'Barril disfrutamos
de una merecida cena.
Después de cenar dimos una vuelta nuevamente por el Centro y
volvimos a la plaza del Obradoiro donde tuvimos la oportunidad de ver otra bonita
estampa de la catedral ya de noche:
Tomamos una copa en una terraza para celebrar nuestra hazaña
y de vuelta al hotel para intentar descansar un rato.
A la jornada siguiente teníamos muchas cosas que hacer,
entre ellas llegar al fin de la tierra, que sólo por el nombre debía estar muy
lejos. Nos esperaba el Cabo de Finisterre.
Seguíamos cumpliendo el plan previsto.
Buenos días, hoy llega la ultima etapa y el final del camino, disfrutar de este ultimo recorrido y de el proposito conseguido. Felicitaciones para todos campeones.
ResponderEliminarBueno chavales objetivo conseguido, no tenía la menor duda de que lo ibais a conseguir. Imagino que la llegada a Santiago habrá sido emotiva e impresionante. Habéis demostrado que las barritas energéticas y la bebida isotónica no valen un carajo, sino llega a ser por los chuletones de ternera, el pulpo, los huevos fritos, el vino y la cerveza no lo hubierais conseguido, estoy totalmente convencido.
ResponderEliminarBueno que me alegro un montón de que hayáis conseguido terminar, mi más cordial enhorabuena para todos campeones. Un fuerte abrazo.
Buen reportaje y experiencia. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que hayas recibido la compostela y el jubileo. Aunque no he dudado de vuestra volutad, recibid mi enhorabuena por el reto alcanzado. Felicidades a todos. Pmiret
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